Todo el mundo tiene ambiciones en la vida. Los hay quienes sueñan con dedicarse a aquello que les apasiona, los hay incluso que planifican gastar los ahorros de toda una vida en su pequeño proyecto personal, sin embargo, nunca se atreven a dar el paso o, si lo dan, acaban pereciendo ante el primer obstáculo.
Lo que les falta no es ni más ni menos que la perseverancia, una virtud extremadamente útil para lograr que todo aquello cuanto ansías se haga realidad. No importa cuán difícil sea la meta que tratas de alcanzar, si te empeñas y mueves cielo y tierra por tratar de lograrlo, no habrá nada ni nadie que te impide hacerlo.
Grandes personalidades que perseveraron en sus sueños
Thomas Edison, el inventor de la bombilla, es siempre puesto como ejemplo ideal de perseverancia. Necesitó mil intentos para lograr que su intento funcionara correctamente. Cuando fue preguntado por ello respondió que no había fracasado mil veces, sino que había descubierto mil formas distintas de cómo no hacerlo.
Los hermanos Wright también necesitaron de numerosos intentos durante los años que investigaron en el mundo de la aviación. Finalmente, su perseverancia les sirvió para alcanzar su sueño de hacer que un aparato más pesado que el aire pudiera mantenerse en él sin caerse. Aquellos fueron las bases para que hoy en día el avión sea uno de los medios de transporte más seguros y más utilizados en todo el mundo.
La perseverancia es innata a todo ser humano
Si habrás visto alguna vez a algún niño aprender a caminar, podrás darte cuenta de que la perseverancia es algo que está dentro de cada uno de nosotros. No importa cuántas veces el niño caiga al suelo e incluso se haga daño, siempre se levantará tratando de dar sus primeros pasos de pie, sin ayuda de nada ni de nadie.
Con el tiempo escucharemos muchas personas que desalientan nuestras ideas, nos ponen trabas y nos desaniman a alcanzar nuestros sueños. Es entonces cuando dejamos de ser perseverantes y perdemos la paciencia por lograr aquellas metas que nos proponemos.
La perseverancia en el ámbito laboral
En función del trabajo que poseamos, la virtud de la perseverancia puede sernos más o menos útil. En ocasiones, llegamos a un punto de atascamiento que nos impide avanzar y, ante esto, tenemos dos opciones; la primera sería tirar la toalla y admitir a nuestros superiores que nos sentimos incapaces de sacar esto adelante; La segunda posibilidad es la de seguir intentándolo una y otra vez, cueste lo que cueste hasta que finalmente demos con la clave y lo acabemos logrando.
Huelga decir que un empresario sentirá siempre más predilección por un trabajador que no se rinde hasta alcanzar los objetivos de la empresa, antes que otro que casi inmediatamente baja los brazos y llama a otro para que le ayude a sacarlo adelante. Es por ello que trabajar la habilidad blanda de la perseverancia es fundamental para tener éxito a nivel laboral.
Talleres que fomenten la perseverancia
Existen muchas formas distintas de trabajar la perseverancia. Generalmente esto es algo que es más recomendable trabajar a una edad temprana, sin embargo, también puede hacerse a una edad más adulta.
En los talleres que fomentan la perseverancia generalmente suele hacerse mucho paralelismo con el mundo animal, en donde se ponen claros ejemplos de animales como el Salmón que recorre cientos kilómetros para construir el nido y poner los huevos exactamente en el lugar en el que nació y luego regresar al mar. También suele hacerse mucha referencia al pájaro carpintero que pica el tronco de los árboles durante el tiempo que sea necesario para poder hacer un hueco y crear allí su nido.
A partir de ahí, suelen ofrecerse a los adultos pequeñas actividades en las que deberán de ser perseverantes si desean sacar adelante la actividad propuesta. Al principio serán pruebas sencillas que permitirán a los participantes ir adquiriendo confianza y, poco a poco, se irá aumentando la complejidad de las mismas hasta requerir de un gran esfuerzo, paciencia, dedicación y perseverancia para poder sacarla adelante.
El instructor ahora deberá de hacer ver a los integrantes del taller la satisfacción que éstos sienten después de haber logrado algo que parecía muy difícil pero que, al final, lograron hacerlo.
