Motivación en el trabajo ¿cómo puedes alcanzarla?

Motivación en el trabajo ¿cómo puedes alcanzarla?

Si hacemos una pequeña encuesta entre la gente que tenemos cerca, y les preguntamos qué tal se sienten en su trabajo, lo habitual es que nos respondan aceptablemente bien. Es decir, la mayoría no está del todo mal en su trabajo, porque además, somos conscientes de que la cosa podría estar mucho peor. Sin embargo, si cambiamos esa pregunta por otra, mucho más concreta, sobre si están haciendo algo relacionado con su vocación real, o con aquello que de verdad les gusta, la inmensa mayoría responderán que no. Y es algo normal, a estas alturas, porque casi nos hemos acostumbrado a trabajar de cualquier cosa que nos de una cierta estabilidad, aunque no sea precisamente lo que más nos gustaría hacer. Esto puede ser algo bastante habitual, pero no por ello menos “trágico”, ya que al final estaremos trabajando en algo que realmente no nos satisface.

Y entonces es cuando llega la rutina, el desánimo, la desmotivación laboral, que por supuesto genera problemas en nuestro trabajo, hasta el punto de que seguramente seamos menos productivos con esa sensación encima. ¿Es posible motivarnos incluso en un empleo que no es precisamente lo que querríamos estar haciendo? Nosotros creemos que sí. Trabajar de lo que te gusta es una aspiración loable, pero no siempre se consigue, y de hecho, en ocasiones hemos deponer en una balanza ese tipo de trabajos vocacionales frente a los trabajos algo más aburridos, pero más estables y con mayor previsión de crecimiento. La comodidad no solo tiene que estar en nuestro puesto de trabajo, sino en toda nuestra vida, y hemos de trabajar duro para conseguir que cada parcela de ella sea estable.

Qué es la motivación laboral

A través de la motivación laboral conseguiremos no solo trabajar mejor y ser más productivos, sino también buscar ese punto positivo que tiene nuestro trabajo, porque todos lo poseen. Es cierto que hay ocasiones en las que seguramente nos querríamos despedir en el acto, por tener demasiada carga de trabajo, por estar anclados en unas funciones en las que realmente no nos sentimos valorados, por pensar que nuestro jefe o nuestros compañeros no son capaces de trabajar tanto como nosotros… Son muchas de ellas situaciones que de hecho escapan a nuestro control, y ese es el primer paso para asumirlas. Las que no podamos cambiar, las dejaremos como están y no nos preocuparemos por ellas. Las que sí podamos cambiar, nos esforzaremos por mejorarlas.

La motivación laboral consiste en utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para sentirnos más motivados en nuestro puesto de trabajo, y poder ser así mismo más productivos. Las situaciones se pueden cambiar si está en nuestra mano, pero no hace falta que sean cambios tan bruscos. Tal vez nuestro trabajo en sí no nos motive demasiado, pero el ambiente, los compañeros y lo que ganamos sí. O tal vez sea al contrario, y el trabajo nos guste, pero lo que nos hace estar menos encantados con él sea el ambiente. ¿Podemos hacer por cambiar todo eso? La motivación será clave para conseguirlo, y nace de nosotros mismos, de las fuerzas que tengamos para llevar todo lo que somos capaces de hacer mucho más allá.

Cómo motivarse en el trabajo

Debemos ser conscientes de nuestra realidad en nuestro puesto de trabajo. ¿Nos gusta lo que hacemos? ¿Qué mejoraríamos? ¿Cómo podemos aspirar a mejorar todo eso que ya estamos haciendo? La motivación será imprescindible en ese sentido, puesto que motivarse en el trabajo es una de las mejores fórmulas para trabajar mejor y conseguir resultados más óptimos. Sí, sabemos que no es tan sencillo, pero hemos de partir de la base de que cualquiera de nosotros tiene se poder en su interior, el de automotivarse, el de buscar la manera de aspirar a más, tratando, por ejemplo, de ver el lado positivo de todo lo que tenemos en el trabajo, y focalizando nuestras energías en eso. Una de las mejores formas de motivarse en el trabajo consiste en marcarnos retos y pequeñas metas que podamos ir cumpliendo poco a poco.

Evidentemente, para la motivación es muy importante tener cierto interés en mejorar, en ir más allá, ya sea ganando más dinero, aspirando a otros puestos, etc… La aspiración que tengamos nos servirá de motor para esa motivación. Tener siempre un objetivo en mente nos facilitará mucho el proceso para poder conseguir mejorar las cosas. Si simplemente nos dejamos llevar, la rutina podrá con nosotros y el trabajo cada vez nos costará más. Es por eso que la motivación tiene que llegar de nosotros mismos, aspirando siempre a mejores cosas, tratando de mantener una buena relación con los jefes y los compañeros, que nos haga acudir a nuestro puesto con ganas, mejorando nuestro rendimiento un poco más en cada año, por ejemplo, para ver que llevamos una trayectoria ascendente, que no nos hemos quedado varados, sino que seguimos avanzando.

La importancia de estar motivado en el trabajo

La motivación es la fuerza motora para llevar a cabo nuestros proyectos, desde los más pequeños a los más importantes, y será imprescindible para mejorar en nuestro trabajo, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. Una empresa en la que los trabajadores estén motivados, a través de diferentes fórmulas y herramientas, será mucho más productiva y tendrá un ambiente de trabajo mucho mejor que en aquella en la que en lugar de motivación se utilice el miedo al despido como motor para realizar bien el trabajo. La importancia de la motivación se relaciona directamente con la productividad, con conseguir que el trabajo no solo sea más rápido sino de mejor calidad. Lograr esto con trabajadores que estén motivados es mucho más sencillo.

Por pura lógica, trabajaremos mucho mejor cuando estemos motivados y seamos conscientes de que estamos persiguiendo un objetivo concreto y realizable, algo que requiere de nuestro esfuerzo, pero que nos traerá también una recompensa. Esa motivación es clave para seguir avanzando, para seguir aprendiendo y aspirando cada vez más a puestos más altos, a mejores empleos y sueldos… La falta de motivación se hace evidente llegados a cierto punto, y es una de las peores cosas que puede haber en un trabajador, porque le restará seguramente muchísima implicación y productividad en aquello que tiene entre manos. La motivación debe venir por parte de la empresa, al menos si quieren que el trabajador dé lo máximo de sí mismo, pero también nace de nosotros, aspirando siempre a llegar un poco más allá.